Variedades de uvas tintas españolas

Te presentamos las variedades de uva más cultivadas en España para la elaboración de vinos tintos. Cada una, con características diferentes y mucho que aportar a la cultura gastronómica del país.

Cabernet Sauvignon

Su adaptabilidad a distintas condiciones climáticas la convierten en una de las variedades más extendidas por todo el planeta. Se utiliza para elaborar vinos afrutados, con alto contenido de taninos y de cuerpo intenso.

Garnacha

Con un gran potencial para producir vinos frutales, de alta graduación alcohólica y con mucho cuerpo, es la variedad de uva más común en España. Además de vino tinto, también se utiliza para elaborar rosados e incluso realizar combinaciones con otras variedades.

Garnacha Tintorera o Alicante

Originaria de Aragón, es otra de las más cultivadas en todo el planeta. Se caracteriza sobre todo por un buen envejecimiento y por una amplia paleta de aromas frutales.

Graciano

La Graciano es otra de las importantes variedades de uva autóctonas de España. Destaca su enorme potencial para elaborar vinos crianza con buena carga aromática.

Merlot

De color rojo vivo, el Merlot es muy apreciado por los amantes de los tintos florales: un aroma claro que se intensifica con el envejecimiento. Trufa, tabaco, flores silvestres… Son muchos los matices que se pueden detectar con un solo sorbo.

Monastrell

Muy común en la zona de Levante, esta variedad destaca por la dulzura de su sabor y por su alto contenido alcohólico, que brinda unas sensaciones exquisitas en la boca… Aptas para amantes del vino veteranos.

Pinot Noir

Esta uva es muy común en la región de Borgoña. Se emplea sobre todo para producir tintos dulces y afrutados, así como para deliciosos champagnes.

Tempranillo

Es autóctona de La Rioja y una de las mejor valoradas entre los amantes del vino tinto, tanto dentro como fuera de España. Con ella se obtienen vinos aromáticos y de un color rubí intenso, ideales para acompañar deliciosos guisos y arroces.

Syrah

Originaria de la región del río Ródano, en Francia, la Syrah se cultiva ampliamente en la zona de Levante, donde ha conseguido una adaptación completa al clima. En sus vinos predominan los aromas afrutados que recuerdan a frutos rojos y a violetas.