Las variedades de uva cultivadas en España son tan diversas como los diferentes tipos de vinos que podemos consumir a lo largo de nuestra geografía.
España es uno de los países con mayor número de viñedos a nivel mundial y el cuarto más productivo en tipos de uva ya que se cultivan unas 175 variedades de uva entre las diferentes tipologías destinadas a la vinificación.
A continuación os detallamos tres variedades muy especiales de uvas tintas dadas por sus características que otorgan a los vinos sabores únicos.
Pinot Noir
El pinot noir o pinot negro, en español, es la variedad de uva tinta por excelencia de la Borgoña, una región situada en el centro noroeste de Francia. De hecho, la pinot noir ha llevado a esta zona vinícola francesa a ser una de las más reputadas a nivel mundial.
La pinot noir es una de las variedades que más se ha extendido fuera del país galo. Así, está adaptada en distintas regiones vitivinícolas, especialmente en las frías. El lugar de España donde más se cultiva es Cataluña. La pinot noir se produce en pequeñas cantidades en la provincia catalana de Lérida, bajo la DO Costers del Segre. También hay pequeños viñedos de pinot noir en la DO Montsant.
La pinot noir produce vinos de color claro, cuerpo medio y pocos taninos. Esto se debe a su fina piel y sus bajos niveles de compuestos fenólicos. La uva tiende a producir racimos apretados, lo que aumenta el riesgo de putrefacción y hace más complicada su vinificación. Los vinos de pinot noir se presentan frescos, suaves, afrutados. Cuentan con cierta acidez que los enciende, pero no son agresivos. En nariz muestra una gran presencia aromática a frutas rojas. Además, admiten una buena crianza.
Mencía
La uva Mencía es conocida también como loureiro tinto, negra y tinto mollar y es originaria de la zona noroeste de la península ibérica donde se adapta perfectamente al clima de montaña; Galicia y más concretamente la provincia de León, con D.O. Bierzo, Monterrey, Ribeira Sacra y Valdeorras.
Es una variedad de brotación prematura y maduración de media estación. Presenta racimos pequeños con bayas uniformes en tamaño y color. El mosto de la Mencía tiene una buena acidez y presenta un alto contenido de azúcar. Es cultivada en su mayor parte en la montaña, dependiendo su maduración de su orientación y de la altitud a la que esté plantada. Sus crianzas se conservan en maderas durante un tiempo más prolongado aunque, su escaso nivel alcohólico la convierte en un vino ideal en la variedad de jóvenes.
Sus vinos tintos muestran colores intensos, con variedad de granates. El aroma de la Mencía posee notas delicadas de flores, con intensas frutas rojas y negras silvestres, con toques minerales. Fondo de moras y confituras. En boca es aterciopelada con gran capacidad de expresión del terroir. El dulce sabor la diferencia de las demás, pues su buen grado en acidez hace que sean vinos muy dulces.
Garnacha
La uva garnacha en España, es la tercera variedad en plantación tras el Tempranillo y la Airén. Los entendidos consideran que el origen puede encontrarse en la región francesa de Niza, pero otros dan su origen en tierras aragonesas. Siendo Aragón la tierra de las garnachas, aunque podemos encontrar producciones de garnacha en Rioja, Madrid, Tarragona o Valencia.
La cepa de garnacha es vigorosa, es decir, que crece bastante y tiene capacidad para tener producciones altas. Es una variedad de racimos grandes y compactos con baya de tamaño bastante uniforme. Estas bayas son de tamaño mediano de color violáceo oscuro, con una piel muy delicada y fina, que dentro posee una pulpa blanca y jugosa.
Los vinos de garnacha son vinos jugosos, afrutados, elegantes y golosos, de color tenue, con una acidez media y un trago amable. En cuerpo y color están a medio camino entre los de syrah (mucho más intensos y oscuros) y los de pinot noir (más delicados y con menos coloración). Su tanicidad y astringencia no es muy excesiva. El roble ayuda a fijar su color. El vino de garnacha transporta con nitidez el carácter del terruño y llena la boca de amabilidad y calidez.
